Dios designó el día en que Moisés descendió con las segundas tablas de los diez mandamientos como el Día de la Expiación, y la Fiesta de los Tabernáculos fue la fiesta durante la cual los israelitas construyeron el tabernáculo para guardar las tablas de piedra de los diez mandamientos.
Como se vio hace 3500 años, el aspecto más importante de la construcción del templo de Dios es tener un corazón voluntario y estimulado para participar.
Estas personas ofrecieron abundantes materiales para la construcción del templo.
Hoy en día, el mundo entero acude a Cristo Ahnsahnghong y a la Madre Jerusalén celestial porque el pueblo de Dios está simbolizado como los diversos materiales que constituyen el templo de Jerusalén.
Hay una profecía de que, así como las diversas ramas se juntaban para la Fiesta de los Tabernáculos en el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios se reunirá como varios tipos de árboles en Jerusalén.
Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.
Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, . . .
Éxodo 35:21–22
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Efesios 2:20–22
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