La razón por la que los miembros de la iglesia primitiva tenían fe tan firme,
a pesar de las numerosas persecuciones y dificultades,
fue porque comprendieron el gran amor de Cristo
manifestado en su sacrificio en la cruz y en el nuevo pacto;
y predicaron el evangelio con un corazón lleno de esperanza,
confiando siempre en la promesa del eterno reino de los cielos.
Quien lleva a cabo el evangelio para su propia satisfacción
pronto se cansa y termina por rendirse,
pero cuando hacemos la obra del evangelio con la certeza de que
el Padre Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre han cargado con todos nuestros pecados,
nuestros corazones se llenan de alegría y esperanza, tal como le sucedió al apóstol Pablo.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? […]
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:35-39
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